Hay quienes creen que el destino descansa en las rodillas de los dioses, pero la verdad es que trabaja, como un desafío candente, sobre las conciencias de los hombres.
Cada uno de nuestros alumnos es una nueva promesa, un nuevo amanecer… Un nuevo hallazgo. No los vemos como frascos vacíos que hay que llenar, sino como velas que hay que encender.
Damos la Bienvenida al nuevo año escolar 2019.